martes, 24 de agosto de 2010

Una luz que encandila y a-sombra


Amanece algo nuevo, sale a la luz un nuevo ser: no se trata de un integrante de los Thundercats, tampoco es Batman, no es una especie de Aquaman que llama a los animales terrestres, no es un gato montés, tampoco un gato salvaje y, menos que menos, un gato doméstico; no hay nada más erróneo que considerarlo un simple gato, ni algo tan acertado como llamarlo "El Nini".

Una personalidad como ninguna o, más bien, una "gatonalidad" como ninguna. También podría decirse "un gato a tono": con contraste, defnición y brillo propio. "Gato trinorma", bien podrían definirlo de ese modo reconocidos autores tales como Phillips, Philco o Hitachi. Seguramente, otros también destaquen su gran habilidad de conquista, aunque les resulte un poco extraño que él se vincule simultáneamente con tres mujeres del mismo nombre. Puede que otros no lo reconozcan por su capacidad de agrupar tocallas, aunque sí destacarán su manía de afanarse las tocallas de los hocteles. Entre estos últimos, sin dudas, se encontrarán los que hablen mal de él y, también, en general. "¡No mi General!", bien podría decir El Nini, porque él no reconoce autoridad alguna por encima suyo, no responde a ningún superior, porque El Nini tiene luz propia y, también, sombra propia.